Investigando. (Ytrina)

Despues de recorrer lentamente todos los pasillos, el lugar seguía siendo aburrido. Si tan solo pasara algo interesante...

Recién llegaba del bar, la camisa mojada aún no se secaba en mi bolso, así que tuve que regresar con la facha que había tenido que lucir toda la noche. Había pasado de dejar a Alexa en su dormitorio, completamente ebria y me encaminaba al patio. Esa noche habían nacido mis ganas de fumar, relacionadas a la creciente rebeldía que albergaba mi pecho.

-So, so what -tarareé, con la sonrisa imborrable de una buena velada- I am a rockstar.. I got my rock moooves -reí ante la ruina en la que se había convertido el coro-

Frente a mí, pálido como un fantasma, se encontraba Landon, mi vampiro favorito, por lo que paré de tararear y me detuve en el medio del pasillo. Estaba decidida a entablar una conversación con alguien, pese a que eran las 3 de la mañana y no llevaba nada más que un brassier bajo el blazer.

Alguien tarareaba cerca. Busqué con la mirada. Aun siendo humano sería imposible no reconocerla.
Ese pelo. Sí, era ella.
Saqué un cigarrillo y lo prendí de forma instantanea, tan rápido que parecía que el cigarrillo había aparecido por arte de mágia. Debían ser las 3 de la madrugada, y ella recorriendo los pasillos sola. La verdad era que nunca nada pasaba en este lugar, pero...
Esperé qe se acercara a mí, con un sonrisa en el rostro.
- Lindo Brassier- Le dije de lejos.

-Gracias, linda ¿pijama? -me burlé, con una mueca en la cara- ¿Qué tal estás, Landon?-

Peiné mi cabello hacia atrás, apartándolo de mi cara y mi cuello, que comenzaba a ponerse pegajoso debido al calor. El olor de los cigarrillos fuertes invadía la estancia, recordándome el propósito que tenía en mente y hacia dónde me dirigía. Mandé todo al diablo y me recosté en la pared cerca de Landon, su piel, tan blanca que brillaba, despedía frío en vez de calor. Me acerqué un poco más, buscando el frío que tanto ansiaba.

- ¿Esto te parece una pijama?- Reí. Se apoyó a mi lado y yo me acerqué más de forma imperseptible. - ¿Donde estabas? Estás... _ Besé su cuello._ pegajosa._ dije suavemente bajo su oido. _ Y olés a alcohol.. No parecés borracha..

-Vamos, Landon, pensé que me conocías mejor que eso -tomé de su barbilla, colocando su rostro al mismo nivel del mío- Chicas como yo no damos explicaciones ¿bien? Nosotras hacemos las cosas y los demás se conforman con, saber que las hicimos -le dirigí una sonrisa- Además, pensé que te gustaba el olor del vodka-

Mis piernas temblaron un poco cuando Brandon se acercó a mí, lo mismo cuando besó mi cuello. Sonreí levemente de nuevo, al recordar el breve instante y llevé una mano a mi oreja, halándola levemente.

-No respondiste a mi pregunta ¿cómo andas?-

Mi sonrisa creció con cada una de las palabras qe decía y me lamí los labios, un tic que tenía aun de mortal.
- Gracias por recordarme lo que tanto me gusta de vos. - Corrí un mechon humedo de su pelo y lo acomodé detrás de su oreja. - Y sí, me encanta el olor a vodka, un punto a tu favot ahora.... - Deslicé dos dedos por la vena de su cuello- Respondiendo la pregunta, Aburrido.- Dije casi indiferente.- No hay mucho qe hacer.. ¿Vos, como estás?- dije mirandola a los ojos.

-Uhm, en las fases iniciales del aburrimiento, aunque momentáneamente alegre y decidida a aprender a fumar hoy -hice una mueca- Lástima que se diga que todas las hechiceras deben hacerlo. Estoy a punto de convertirme en un cliché -mordí mi labio "inocentemente" mientras miraba su boca- Pero bueno -me encogí de hombros y volví a mi estilo jovial- Una tiene que hacer lo que su cuerpo le ordena-

Retrocedí dos milímetros, esperando la reacción del vampiro. Landon, si bien no era el típico estereotipo de belleza, y no me resultaba demasiado guapo, me atraía sobremanera debido a su personalidad... entre otras cosas. Mordí mi labio de nuevo.

-Así que, merodeando por acá ¿eh?-

- Sí, es lo único que puedo hacer, a demás de cazar. - Saqué otro cigarrillo, lo prendí mientras hablaba.- No puedo cazar humanos qe estén en el internado así que es verdaderamente fastidioso tener que viajar tan lejos para comerme a un misero humano. - Le estiré el cigarrillo con una sonrisa- Te aseguroo que no sos un cliché. Las hechisera, por lo que sé, son feas. Vos sos totalmente lo contrario. - le sonreí.

Di una calada, botando el humor por la boca en finos hilillos y desencajé la mandíbula en una mueca socarrona. Sacudí la cabeza y volví a mirarle.

-Landon Martinique ¿tratas de seducirme? ¿eh? -enarqué una ceja- Creo que no te dejaré si no le das un buen intento, niño. Por cierto, siento eso de que tengas que matar humanos fuera de las instalaciones del plantel, la sangre fresca sin variedad debe ser como comer en McDonalds todos los días-

Hice una mueca más profunda y coloqué mi mano en su cuello, casi pegándolo a mí.

-Puedes morderme cuando quieras, Landon -murmuré en sus labios-

- ¿Eso es lo que tu cuerpo necesita? - Apoyé las manos en la pared, a los costados de ella y besé el costado izquierdo de sus labios, detectando el perfuma de su aliento. - Cigarrillos y Vodka... La convinación perfecta de aromas. - La sostube de la nuca y la besé.

(Off: Me tengo que ir. Mañana seguimos. Besoo (: )

Mordí su labio inferior y me separé, segura de que para ese momento mi aliento estaría impreso en su boca. No había sido nada profundo, solamente un beso de labios. Sonreí al separarme de él, esa clase de sonrisa fría y mecánica que le dirigía a todos, mi sonrisa especial y sarcástica. Llena de burla hacia el mundo.

-Has mejorado sólo un poquito desde la última vez que me besaste. Recientemente por aquí pasó alguien que lo hacía mejor que tú, de hecho -mencioné con veneno, me gustaba hacerle la competencia a Landon- ¿Qué dices al respecto, vampiro? ¿Has perdido tus dotes? Apuesto a que nadie más que yo te ha besado en los últimos 10 años-

Le empujé levemente, con un ademán juguetón, de esos cuando hay confianza. A continuación coloqué un dedo en sus labios.

(Off: De acuerdo)

Sonreí ante las burlas de ella.
- Yo no vi a nadie, tal vez lo imaginaste. - Le tomé la muñeca y besé donde sus venas casi se transparentaban por la piel., sin sacarle los ojos de los suyos. - Olés suficiente a alcohol como para suponer que si tomaste algunas copas. Además, si no te gustara, no lo repetirías. No sos así. ¿O sí¡?

-No, de hecho no soy así y, creo haber aclarado que tomé, mas no me emborraché -me solté de su agarre- Son situaciones diferentes, lindo. Tú deberías saberlo -le guiñe un ojo y me volteé, afincando toda la espalda en la pared- Sé que has estado flirteando con Rose, Landon -negué con la cabeza- Hay que ver que últimamente te vas hasta detrás de una vara con falda -le miré a los ojos- Has perdido el buen gusto, cariño-

Su tacto, frío como el hielo, dolía en las venas de mi muñeca como si aún estuviese ejerciendo presión. El toque de Landon dolía, principalmente porque era muy frío para la piel humana, a excepción de sus labios, que eran dulces y tibios, maestros en el arte de los besos románticos.

Solté una carcajada al escuchar el nombre de Rose.
- Eso no es flirtear... - Me acerqué y apoyé el hombro a su lado para tenerla de frente, a pesar de que era más alto que ella. - Es una vampira y yo estoy buscando a una en especial... ¡Creí que sabías! Además, me cae bién. Por no decir que es tan hermosa como un vampiro puede ser. - Enredé los dedos en su pelo mientras la miraba a los ojos.- Pero, quiero que notes algo: un vampiro es hermoso por naturaleza... Como humana podía ser horrible. - Mi expreción se tornó seria.- No digo que lo fuera, solo es una posibilidad. No me digas... - Le dediqué media sonrisa, como retandola a mentirme.- Que le tenés celos...

Sonreí socarronamente. Era increíble lo arrogante y narcisista que podía ser Landon debido a su naturaleza de vampiro. Negué con la boca y mi expresión facial antes de volver a sonreír, mofándome de él. Hice una mueca de comprensión, como cuando se le explica algo a un niño y respondí.

-Sería estúpido celarte de una rubia -coloqué una mano en su pecho- Además, querido mío, no eres tan importante como para... sentir esa clase de cosas ¿entiendes? Lo nuestro es puramente carnal, junto con alguna que otra demostración de intelectualidad. Pero, requiero algo mucho mejor de lo que eres. No es por ofender, claro -enarqué una ceja- Mientras tanto, no me importa jugar contigo-

Tomé la mano que jugaba con mi cabello y la enredé en mi cintura, mientras me acercaba a él y le besaba el cuello. Con delicadeza, casi queriendo hacerle creer que le quería.

- No celarme de una rubia, sino de una vampiro.. - Le aclaré, ya que la diferencia era grande. Lo que sentía por Rose era totalmente contrario con el de ella, y no era porque fuera rubia ni vampiro ni esbelta... - Y, especificamente, de Rose.
Arrugué el borde de su blazer y deslicé los dedos fríos por su piel, ya que sabía que le molestaba el contacto constante con mi piel.

-Pues siento desilusionarte, querido, pero, te recuerdo que no eres tan importante como para celarte -hice una mueca- Además, sólo recalcaba el mal gusto que has ido adquiriendo. Uhg, apuesto que pescados han pasado por tu boca últimamente -sonreí- La líbido en los vampiros es una cosa seria ¿no es así?-

Le fulminé con la mirada cuando comenzó a tocarme y aparté mi brazo gentilmente. Su piel me quemaba en el tacto con la mía, lo que, por sentido común, resultaba incómodo. Quité su mano de mi brazo y volví a colocarla en mi cintura, apretándola algo más contra las curvas que se formaban bajo el blazer.

-¿Hace cuanto tiempo no jugamos, Landon? Sé que te gustan mis juegos-

- Sí, es verdad. - Me separé de ella y me crucé de brazos.- Pero no sirve mucho que intentes tirarme abajo. Pero, acordate, soy agocentrico y no importa lo que digas, no me voy a ofender ni vas a bajarme el autoestima.
Le sonreí con frialdad.
- Te conosco, Ytrina. Siempre hacés lo mismo. Con todos. No soy ciego y puedo leer cualquier expresión corporal. Somos muy parecidos, y lo sabés.
Con un solo movimiento, casi sin que me viera, la alcé sosteniendola con las manos en sus piernas, manteniendo su rostro a mi altura y le di un solo beso.
- Pero yo soy más rápido...

-Mmm. Así está mejor -entrelacé mis manos en su cuello, y comencé a jugar con la colita en la que terminaba su mata de cabello negro- Hablas de mí como si fuese una prostituta, Landon. Y bien sabes que no me entrego al primero que pase por el frente, además, soy fiel cuando estoy en una relación y todo eso -hice un puchero- ¿Me consideras una prostituta?-

Tomé su cara con mis manos, de forma que no desviara la mirada y las dejé ahí, moviéndolas de vez en cuando al hacer una caricia. Quería una respuesta a eso, y mientras más rápido la obtuviera, sería mejor para mí. No estaba dispuesta a tolerar que la gente me llamase de esa forma a mis espaldas.

- No, no te concidero una prostituta.- La besé con una sonrisa.- ¿Vos conciderás lo nuestro una relación? No lo creo...

Volví a deslizar los labios por su cuello, sintiendo su sangre correr por sus venas, escapando de sus manos. Podría hacerse la indiferente, pero tenía un fuerte miedo a lo que dijeran los demás o, al menos, eso me hacía pensar. Eso era una gran diferencia entre nosotros.

-No, de hecho, no considero esto, una relación. Pero, me da la impresión de que sí me consideras a mí una chica de la noche -bajé la cabeza y le alejé- Prefiero que no pienses eso -fruncí la boca-

Llevé una mano a mi nuca, esponjando el cabello hacia arriba en señal de pensamiento. Me hallaba confundida, algo desorientada y plenamente dolida. Nadie había sido tan cruento conmigo, pese a que Landon prácticamente no había pronunciado palabras. "Siempre hacés lo mismo. Con todos". La rememoración de las palabras me vino como un balde de agua fría que me hizo alejarlo un poco más.

Comenzaba a encontrarme verdaderamente mal, sentía que en alguna parte, me había fallado a mí misma en los objetivos deseados y que me había presentado al mundo como una despreciable marioneta de lo que quería ser.

-Dime una cosa, Landon -tomé aire- ¿qué se dice de mí ahí afuera?-

Noté con algo de orgullo que había llegado al punto debil de Ytrina. Me hacía sentir bien porque nunca pensé que algo le molestaria y parecía ser todo un logro. La verdad yo no había escuchado nada negativo de ella.

- Nada, Ytrina.- Le respondí.- Nitti fue la única que me habló de vos y dijo que eran muy amigas... Yo hablo por mi mismo, no por los demás. Puedo intentar adivinar toda una vida con un minimo cuestionario y la atención adecuada. - Apoyé la mano en la pared, al lado de su cabeza, mirandola fijamente.- No necesito terceros para conocerte plenamente. Además, ya te dije que somos parecidos y no es difícil descifrar un caracter similar al mio propio.

Recosté mi cabeza en la pared y sentí mi caracter desvanecerse en la nada. Los ojos comenzaron a empañarse de un momento a otro y traté de sostener las lágrimas. Aunque sabía que era inútil. Una a una, fueron cayendo y la debilidad se apoderó de mí, haciendo el nudo en mi garganta más notorio y cruel. Mi cuerpo se sentía frío como el hielo y un sabor salado temblaba en mi boca.

Traté de que no me viera, que no me viera sollozar y retorcerme bajo las apariencias derrumbadas. Traté de que no viera morir mi carácter a manos de una tontería como esa. Pero el problema es que necesitaba ése desahogo, y lo estaba teniendo de la peor manera.