Simplemente paseando (Demian)

Era de noche y hacía frío. Como todo el día había echo calor estaba con jeans y una musculosa blanca. Arriba me puse mi campera negra, mi favorita y una bufanda fucsia. Salí del internado y fui a pasear por las calles de Irlanda. Sin detenerme en ningún lugar, simplemente paseaba. Miraba las vidrieras y los humanos que felizmente estaban de compras. Me autocompadecí al ver a una adolescente, de mi misma edad que acababa de comprar un vestido con su madre y ambas estaban muy felices. Continué caminando. Llegué a una plaza, frente a la cual había un teatro. Me senté en una banca y observaba a los humanos saliendo y entrando del lugar.

Iba caminando por la calle cuando sin querer me tropecé con alguien.
Era una chica que estaba sentada en un banco.
-Lo siento-le dije y al verla así me senté a su lado-¿Estás bien?-le pregunté.

Estaba sumergida en mis pensamientos cuando alguien tropezó conmigo. Un humano.
-Esta bien le dije cuando se disculpó.
Obviamente él no tenía la culpa de que yo me sentara en la oscuridad mas oscura que había encontrado.
-Si, o por lo menos eso creo le respondí a su pregunta.
Observé como se sentaba a mi lado.

-¿Sabes? Tengo un sexto sentido que me dice cuando una chica guapa no está bien. Y ahora mismo está diciéndomelo-le comenté con una dulce sonrisa en mis labios.

Lo miré y sonreí.
-¿Piensas que soy guapa? le pregunté alzando una ceja.
Cambiar de tema era una mala costumbre mía. Inocentemente miré la luna, como quien espera ver un crater a simple vista. Sin saber lo que hacía, jugaba con unos flecos de mi bufanda.

-Si no, no lo hubiera dicho-le comenté con una sonrisa-pero dime ¿qué te pasa?-le pregunté cogiéndo su barbilla y obligándola a mirarme.

Me cogió la barbilla, obligandome a mirarlo.
-Son mis padres le dije con expresión triste y ausente al mismo tiempo.
Lo miré profundamente. Sentía que mis ojos se humedecían, pero no iba a llorar. Hace mucho que había decidido que no lloraría por ese tema, no tenía sentido.

No sabía que decir por lo que decidí abrazarla.
-No te preocupes por nada , guapa-susurré mientras acariciaba su espalda.

Me sorprendió que me abrazara. Finalmente también lo abracé. Sentía que me acariciaba la espalda, eso era muy reconfortante.
Asentí con la cabeza cuando dejé de abrazarlo.