paseo nocturno

"No, no podría matarte"
Miré al chico a los ojos.
-La verdad es que no me gustaría... montar ningún escándolo aquí, pero si me veo en la obligación...
Ladeé la cabeza y abrí la boca, como si fuera a morderle el cuello.
-Sólo sería un mordisco, seguramente ni podrías hacer nada.

Sonreí maliciosamente.
-¿Nunca has oído que las vampiresas tenemos un encanto especial? Es muy útil cuando queremos engatusar a una presa. ¿Quieres comprobarlo?
En realidad sólo era una excusa para poder volver a rozarle sin que realmente se notara que quería hacerlo.

Me molestó un poco que dijera eso, más que nada porque era verdad. Funcionaba con los humanos, pero...pero yo necesitaba una excusa para tocarle. ¿Y qué mejor que esa? Al fin y al cabo...algo de humano tenía ¿no?
-Entonces... no tienes nada que temer si yo hago esto-le dije mientras acariciaba su mejilla con mis labios y bajaba hasta su cuello, lentamente.

"Que haga algo, por favor. Que me vuelva a tirar al suelo, que me estampe contra una pared. Lo que sea"

No entendía muy bien lo que me pasaba, pero por alguna extraña razón mi cuerpo lo llamaba y eso era algo que no iba a admitir.
Era mucho mejor la excusa de mis encantos vampíricos, pero si no surgían efecto tal vez era porque él no estaba pasando por lo mismo que yo.
Besé por última vez su cuello e hice ademán de irme.

Noté como me cogió del brazo y sonreí, pero esa sonrisa se esfumó antes de que él me pudiera ver.
En unos segundos estaba como antes, contra la pared. Arrinconada por él.
-Cualquiera diría que quieres que te ataque-le susurre con tono provocador mientras me humedecía los labios.

-Puedo ser tan agresiva como quiera-le susurré-pero eso no es algo que nos guste demasiado a las vampiresas. Somos más de jugar con nuestra presa, hacerle creer que nos tiene a nosotrar.
Comencé a dar una vuelta sobre él,acariciando sus músculos.
-¿O es que acaso crees que un humano se me resistiría a esta distancia?-le pregunto por detrás mientras acaricio su pecho.

-Tienes razón-le contesté-los humanos son débiles, manipulables...
Suspiré. Sí todo eso lo sabía, pero yo misma fui humana, hacía ya muchos años.
Sonreí maliciosamente.
-Sí me lo dijeron, pero... es más divertido así. ¿No crees?

Hice una mueca y me alejé unos pasos.
¿Sus caras de miedo? Sacudí la cabeza y cerré los ojos, recordando la cara de miedo que yo tuve cuando me convirtieron.
Sacudí la cabeza y aparté eso de mi mente.
-Lo divertido es dejarles creer que te has fijado en ellos, que puedes jugar-le dije con una sonrisa en los labios.

-¿Quién sabe?-le digo divertida.
La respuesta a eso mismo no lo sabía ni yo y eso era lo que más me atraía de ese chico, que conseguía hacerme dudar.
Normalmente sabía como actuar en cada momento, pero con ese chico delante apenas podía pensar con claridad.

Sacudí la cabeza.
¿Qué haces? ¿Estás tonteando con un chucho? Sí, vale que sea guapo y.. y que tenga unos ojos muy bonitos, pero...
Chasquee la lengua y lo miré, intentando reflejar el odio que se suponía que sentía por él. O que tenía que sentir.
-Tienes razón, no me sentaría demasiado bien-le dije

Vi como se disponía a marcharse y me mordí el labio inferior.
"Sí. Eso es lo que tienes que hacer. ¡Lárgate!"
Me mordí el labio inferior y me quedé buscando una excusa con la que hacer que se quedara.
"No, estúpida. Deja que se vaya"
Me puse delante de él y abri mi boca. Si le intentaba provocar era posible que...

-Es por mi naturaleza-mentí-que me hace querer enfrentarme a los lobitos-le dije.
Me aparté y le hice un gesto.
-Será mejor que corras, perrito. O no sé si podré contenerme.

Un gruñido. Eso era mucho mejor que nada.
Necesitaba volverlo a enfadar. Por que asi podría excusar que le tocara.
Sacudí la cabeza y dejé que mi cabello le rozara.