paseo nocturno

Dio un mordisco al aire.
-¿Es una amenaza? ¿Me estás diciendo que me prepare?-le pregunté haciendo lo mismo que él.
Suspiré, de manera disimulada, cuando me soltó y dejé que mi espalda se deslizara por la pared, hasta caer al suelo.

Me levanté de un salto y mi conciencia me culpó por dejar que un lobo me viera en tal estado.
Pero... era él. Y eso lo decía todo.
-¿Estás preocupado por mí, lobo?-le pregunté con una sonrisa maliciosa en mis labios.

-No te tienes que preocupar por mí. No necesito que lo hagas-le mentí fríamente.
Me había dolido lo que había dicho, pero intenté que no se notara demasiado.
"¿Qué te habías pensado? ¿Qué a lo mejor él estaba tan confundido como tú? No me hagas reír. Es imposible"

-Sólo soy una vampiresa-le dije con un hilo de voz, mientras le miraba a los ojos.
¿Qué le iba a decir? ¿Qué estaba así por la tensión que había vivido hace nada? ¿Qué estaba así por él?
Chasqueé la lengua y lo miré a los ojos de nuevo, pero está vez no de forma indiferente o fría, simplemente le miré a él.

-¿Y entonces que soy?-le pregunté bajando la mirada.
Me sentía extraña. Su voz sonaba... dulce. Hacía mucho que no me sentía así.
"¡Eso,ahora confía en él! ¿No te das cuenta de que estás cayendo en su trampa? ¡Estúpida!"
Sacudí la cabeza.
En ese momento me daba igual lo que hicera conmigo. Podía matarme si quisiera y yo no movería ni un músculo para evitarlo, por no hacerle daño.
"Estúpida"
Sí, lo era y mucho.

Sonreí de lado.
-También tú dices odiarme-le susurré-Es nuestra naturaleza ¿no?
Acaricié inconscientemente sus manos y le miré unos sengundos.
-¿Entre otras cosas? ¿Cómo qué?

Noté su mano en mi cara.
Estaba segura que si fuera humana me dolería la cabeza.
Parecía una montaña rusa y la verdad era que no sabía cómo actuar delante de él.
Me gustaba su forma de hablar, sus gestos, su...me gustaba él.

Levanté ligeramente la vista y ladeé la cabeza.
"Dile que no. Pégale una patada"
Asentí lentamente.
-Sí-susurré.

Noté sus labios sobre los mios y una extraña sensación me inundó.
En ese momento comprendí que aunque quisiera revelarse contra él no podría. Tenía que aceptarlo. Un licántropo había conseguido lo que nadie hasta ahora. Y yo lo había permitido. Puede ser que fuera mejor que me hubiera ido, pero en este momento estaba contenta por no hacerlo.
Podía ser un error, sí. Podía estar matando a mi conciencia lentamente, pero me daba igual. En ese momento no me importaba.

Mi mente cambió de estrategia al darse cuenta de que ese chico había inutilizado mi sentido común.
"Vale, diviertete con él. Haz lo que quieras, pero luego no vengas lloriqueando porque le hayan hecho daño por tu culpa"
Pensar que alguien pudiera hacerle algo hizo que me apartara de golpe y mirara a algún otro lado.
-¡Aparta!-gruñí mientras me dirigía a una ventana y asomaba la mitad de mi cuerpo.
"Sí, es mucho mejor que te alejes de él, por su bien"