Recien Llegando (libre)

* Me había inscrito a un internado, así aprovechaba de sociabilizar un poco. Llevaba casi 5 años vagando por el mundo sola, y eso ya me estaba pasando la cuenta. Mis cosas habían sido enviadas días antes de mi llegada. Tenía que prepararme psicologicamente para este gran paso que estaba haciendo. Tome el camino más largo que pude encontrar para llegar al internado, pero al final igual terminé llegando. Entre por el oscuro bosque, así aprovechaba de cazar algo antes de entrar. Tenía que limitar todas las posibilidades de error.
Después de una pequeña caza me sente sobre uno de los troncos que todavia no estaba podrido e inhale profundamente. La intención era relajarme lo que más podía, pero en vez de eso, senti el olor de alguien que estaba cerca.

Otro largo viaje por el bosque. Ya lo conocía como la palma de la mano y con los ojos cerrados. Era una costumbre, ya que todos parecían desaparecidos a mi alrededor y en el resto del internado. Empezaba a volverme algo antisocial de nuevo, ya que estaba muy solitario. Nitti había desaparecido. Y me preocupaba. Ella era capaz de cualquier cosa por mí y eso me asustaba mucho. ¿Que iba a hacer si le apsaba algo?
Mientras pensaba en esto, caminaba cada vez más adentro del bosque y me pareció sentir la presencia de alguien que pensaba, no un animal. ¿Alguien que conocía? La curiosidada todabía no me mataba. Al contrario, por mi experiencia, me había dado vida eterna.

* Me oculté entre unos arboles para poder ver a la perfeccion quien era la persona que estaba cerca mio. Me acerque lo suficiente para ver que era un hombre, y por su olor no era humano. Una parte del problema esta resuelto, al no ser humano, no iba a lanzarme contra el para matarlo, pero tambien habria otro problema, acaso seria peligroso?. Desde mi tranformacion nunca le he temido a nada y esta no iba a ser la primera vez. Muy sigilosamente me coloque por detras de el a una distancia prudente.
- acaso me espias?? * Pregunte desafiante

Me giré lentamente, con la ceja levantada. Una chica pelirroja me miraba desafiante, casi como si fuera peligroso. Puff.
- No.- Le dije algo confundido, pero divertido ante su reacción.- Solo camino. No te conosco y, francamente, puedo leerte la mente a distancia, así que espiarte es bastante inútil.
Me crucé de brazos y me di vuelta en el lugar. Tampoco quería empezar una pelea pero era demaciado orgulloso como para irme en medio de una situación como esa.

- con que estamos con mostrar las cualidades... * Dije desafiante* - sinceramente.. no me importa mucho tus habilidades... conmigo no funciona ninguna * Le di la espalda

- ¿Te molesto? Si querés me voy, hay mucho bosque pero, si vamos a marcar territorio, yo llegué primero. - Respondí, algo divertido aun, moviendo solo el cuello para ver por arriba de su hombro.

* Sonrei* - eres raro... primero me dices que no te importa irte y dejarme sola.. pero despues me dices que tu llegaste primero por lo que deberia irme.. * Dije divertida mientras me daba la vuelta y lo miraba a los ojos

- Y vos sos posesiva. Recien llegás y ya pareciera que el bosque es tuyo. - Dije con media sonrisa en el rostro. - Yo tambien soy posesivo, pero tardo un poquito más a serlo con cada cosa. - La miré con atención.- ¿ Cuando llegaste?

* Rei* - si... que digamos soy bastante posesiva... * Alze una ceja* - llegue hoy dia... estaba tomando un aperitivo... * Sonrei

- Interesante.- Mi expresión se tornó seria.- Cazando en mi zona.- Bromeé.
- ¿De día? ¿Podés exponerte al sol? - Me extrañé.

* Reí* - yo cazo en la zona que se me de la gana... * Sonrei
- y si... acaso tu no puedes?? * Pregunte divertida

Bufé con una sonrisa.
- No, yo no puedo.- Sabía que había distintos tipos de vampiro pero no había llegado a conocer a alguno que pudiera exponerse al sol. No se creía que fuera verdad pero sabía que ella no me mentía.- Supongo que tenés suerte.

- no es una habilidad... * Sonrei* - solo me tope con el vampiro adecuado... que me enseño un par de trucos

- Me obligás a preguntarte que tipo de trucos son esos.- Dije, algo interesado. Mi último encunetro con el sol no había sido nada placentero. Arriesgarme por salvar a Nitti habría sido lo último que habría hecho... Y ahora hacía lo posible por odiarme, escondiendo lo que en realidad sentía. Frustrante. - ¿Quién te enseñó?