¿Un baño? Georgina

Cansado de estar en el internado decido ir a dar una vuelta por ahí.
Llego hasta un pequeño lago y sin pénsarmelo me quito la ropa (quedándome en calzoncillos) y me meto en el agua.

Debía conocer el internado, me negaba a mi misma perderme en aquel lugar por lo que salí a dar una vuelta, caminar un poco y memorizar cada rincón para luego no equivocarme, no soporto los errores. Lo último que me quedaba ver fue un pequeño lago, estaba aburrida y ya había retenido cada centímetro del lugar. Me acerqué a la orilla y sin pensarlo demasiado me quité solo la blusa y entré al lago, me sumergí mucho más tiempo de lo que un humano normal puede estar bajo el agua y hubiese seguido ahí si no hubiese sido por la presencia de alguien me hizo salir del agua de golpe.

Sacudí mi cabello y lo vi, era un humano en todo su esplendor su sangre me llamaba a probarla, me hipnotizaba por lo que me acerqué a él – hola – dije con una voz misteriosa y una hermosa sonrisa dibujada en mis labios.

Estaba nadando tan tranquilo cuando escuché un ruido y vi que había alguien más.
Una chica se estaba quitando la ropa para meterse en el agua y como no me apetecía que me pegaran por mirón me dediqué a nadar un poco.
Unos segundos más tarde una dulce voz me saludó y vi a la chica, pero esta vez enfrente mía.
Me quedé unos instantes mirándo su sonrisa, como hinoptizado y es que era realmente guapa.
-Hola-le dije mirándola a lo ojos.

Mi sonrisa se mantuvo en mi rostro, él humano me miraba atontado y expresión me pareció adorable… adorablemente apetitosa. Di un pequeño suspiro mordiéndome el labio inferior ya que no podía hacerle daño aunque mis instintos estuviesen a punto de perder el control y lanzarse sobre él por escuchar el dulce ritmo de su sangre al circular.

Intensifiqué aun más la mirada - ¿Cómo estás? – le pregunté remarcando cada una de mis palabras, era interesante relacionarse con un humano sin tener que quitarle la vida después de aquello.