just sunshine and smile

Me senté de golpe al escuchar sus palabras, ese tono de voz, esa forma de hablar… sabía exactamente de quien se trataba. Sonreí de medio lado al sentir aquella suave brisa que traía su olor hasta mi nariz. – Algo así – dije dando un pequeño suspiro, odiaba esto y aquello que llevaba dentro, esa electricidad que recorría mi cuerpo cuando la luna brillaba en lo alto y sacaba toda agresividad que estuviese en mí. – Es inevitable – dije clavando mi mirada en la suya de forma intensa, sin borrar la sonrisa de mis labios.

- Pero y … ¿Cómo estás? – le pregunté dulcemente mientras ampliaba la sonrisa que se dibujaba en mi rostro, aunque fuésemos unos extraños seres… podíamos tener aunque fuese una conversación normal ¿o no?

Su dulce beso me hizo sentir muy bien, era extraño lo que sucedía entre nosotros… pero me agradaba y estaba feliz con que fuese así.

Ignoré su pregunta al detenerme con precisión en sus heridas. Una sombra de preocupación oscureció mi rostro, me mordí el labio inferior sin dejar de mirarlo, sangre seguía su recorrido natural por su pecho cosa que me alarmó. Solía olvidar el pequeño detalle de que no éramos humanos comunes y corrientes.

- Oh, ¿estas bien? – exclamé mientras tomaba el borde de mi falda y de un tiro la rasgué obteniendo un pequeño trozo de tela que puse encima de su torso por donde aun corría un no muy pequeño río de sangre.

Lo miré alegremente con una sonrisa en mis labios aun preocupada por su estado.

Mis mejillas se tiñeron de un intenso color carmesí ante sus palabras, a decir verdad siempre pasaba por alto que él era diferente al igual que yo. Tal vez intentaba convérseme a mi misma que por más que la luna llena nos trasformase en otros seres, éramos personas ‘normales’ humanos comunes, aunque aquello fuese casi imposible.

- Si, a veces se me olvida – respondí sonriendo tímidamente a su pregunta mientras seguía limpiando sus heridas, di un pequeño suspiro ya que no debía preocuparme demasiado.

Poseía mi mirada en aquella sangre que abundaba en su pecho, levanté la vista y me encontré con su rostro que me miraba sonriente. Trajo mi rostro hacia el suyo suavemente y posicionó sus labios sobre los míos, el beso comenzó dulce pero luego se volvió más intento por lo que por inercia pasé mis brazos por alrededor de su cuello, emitiendo una pequeña sonrisa sobre sus labios.

Nuestros cuerpos se juntaron, eliminando toda distancia que existiese entre nosotros, el beso continuó intenso con nuestros labios danzando al unisonó, como extrañaba los momentos así a su lado. Debía recordar que tenía que respirar, por lo que me alejé de él a regañadientes pero sin distanciarnos demasiado.

“Te eché de menos“ Me mordí el labio inferior ante aquello, yo también lo había extrañado… hace días que no teníamos un día a solas para nosotros ¿Dónde se había metido? Separé mis labios para hablar pero sus labios se posicionaron en mi cuello haciéndome estremecer ante ello, mi sonrisa se amplió ante el contacto de sus tibios labios sobre mi piel. – Yo también te eché de menos… ¿Dónde te habías metido? – le pregunté con aires inocentes y dulces en mi voz. Aunque me interesase saber aquello, nunca le hablaría como si le estuviese pidiendo explicaciones, eso para otra chica, no para mi. – Parecía que te hubiese tragado la tierra – agregué suavemente con un pequeño puchero en mis labios mientras con una de mis manos tomaba suavemente su mentó haciendo que subiese hasta mis rostro.

El cielo comenzaba a perder su claridad y el sol a bajar su temperatura, aquello era una mala señal. Quedaban solo un par de horas para que la luna comenzara a brillar con todo su esplendor y una corriente de agresividad llegara a mi cuerpo como un rayo imposible de esquivar. Pero por otro lado estando a su lado todo era diferente, él era la primera persona como yo que conocí y en fase todo era más suave, menos agresivo y más controlado. Ajá, definitivamente él era una de las personas más importante en mi vida, después de la muerte de mis padres…

Sus pequeños besos me hicieron olvidar el recuerdo que había llegado fugazmente a mi mente - Estaba por ahí en la escuela haciendo nada –acaricié su mejilla suavemente- ¿Cómo que no te vi?... Seguro que no te estabas escondiendo de mi? – bromee inocentemente e hice un puchero dulcemente infantil.

Sonreí ampliamente ante sus palabras, era una mezcla perfecta la que nos encerraba. Ambos éramos ‘lobos’ , mejores amigos y algo más, ese agregado cambiada todo entre nosotros pero por el simple hecho de tenerlo me hacia feliz. Aunque era consciente de que tal vez no era la única que poseía su compañía, solo me importaba él y el hermoso tiempo que pasábamos juntos.

Me observaba sin decir ninguna palabra por lo que mis mejillas se sonrojaron lentamente. – No me mires así !! – exclamé entre risas mientras cubría mi rostro con mis manos. Separé los dedos para dejar un espacio para mirarlo y reí suavemente detrás de la palma de mis manos.

Dejé que liberase mi rostro nuevamente y recibí sus labios con emoción. Eran como dos piezas de un puzle que ensamblaban a la perfección, estaban hechas para permanecer así, unidas…

- ¿Te fascino? – Bromee sorprendida, era divertido jugar un poco con él, por lo demás él seguía cada uno de mis juegos. Pestañee más de lo normal de forma inocente y sonreí - ¿De verdad? No me vayas a romper el corazón... – hice un pequeño puchero intentando parecer apenada pero no pude lograrlo demasiado tiempo y me abalancé sobre él. Lo besé suavemente y luego me detuve sobre sus labios- También me fascinas !- y sonreí sobre los mismos ¿Todo podía ser más perfecto?.

Al parecer me había lanzado sobre él con más fuerza de lo que esperaba ya que sin tener conciencia de lo que estaba pasando caímos hacía atrás, quedando él acostado sobre el césped y todo mi cuerpo sobre el suyo. Comenzó un nuevo beso con un poco más de intensidad pero con la misma dulzura de siempre, intenté levantarme un poco pero sus brazos me bloquearon aquella opción por lo que ignoré aquello y me quedé donde estaba. Una de mis manos se acercó a su rostro y acarició su mejilla bajando lentamente hasta su cuello y viceversa. Nuestros labios se movían, buscándose uno al otro por lo que giré levemente el rostro para optar por una posición mejor. … Alexa, no te olvides de respirar, me dije en mi fuero interno.

Fugazmente todo cambió quedando apoyada en el césped con todo su cuerpo sobre el mío, abrí rápidamente los ojos para observar la expresión de su rostro y la encontré justo como quería verla. Sonreí y volví a cerrar mis ojos manteniendo la idea de su expresión en mi mente, su rostro tan desesperado y gustoso a la vez me hizo sentir grata.

Sus labios suaves nuevamente rozaron mi cuello haciéndome estremecer, como si una corriente eléctrica avanzara por debajo de mi piel acelerándolo todo. Aunque con nuestras manos sobre nuestras cabezas no me dejaba muchas acciones para hacer por lo que decidí disfrutar el momento, aquellos besos tiernos pero apasionados sobre mi piel… Después de un momento logré liberar una de mis manos que de inmediato se dirigió a su espalda acariciándola y rasguñándola suavemente.

Tiré la cabeza hacia atrás para que sus besos recorrieran cada centímetro de mi cuello, mi corazón comenzó a latir con más rapidez a medida que pasaba el tiempo. Mi mano libre se posicionó en su mentón tirando su rostro hacia arriba para poder ver su expresión y la intención de su mirada. Pude verme reflejada en su mirada y sonreí, para luego juntar mis labios con los suyos, iniciando un beso acelerado y apasionado.

Sus manos acariciando mi cuerpo me hicieron dar un suspiro ahogado que salió con sutileza de mis labios. Coloqué ambas manos sobre su espalda y lo acerqué hacia mí, eliminando toda distancia que existiese entre nosotros.

El beso se volvía cada vez más apasionado, mis manos acariciaban su espalda lentamente mientras pequeños suspiros se escapaban de mis labios. Me sentía muy bien pero nunca habíamos llegado tan lejos por lo que un sentimiento de pánico me inundó, separé mis labios de los suyos girando mi rostro hacia un costado cerrando mis ojos con ímpetu. No quería interrumpir el momento ni que él se decepcionase de mi pero no quería seguir avanzando, no por ahora y no en ese lugar. – lo… siento – musité entristecida sin volverlo a mirar, alejé mis manos de su espalda y las solté de manera que cayeran a mis costados.

El sol se estaba escondiendo, el cielo se encontraba de un tono azul profundo y unas pinceladas de anaranjado. Faltaba media exactamente hora para que nuestros instintos salieran a flote, liberándonos de nuestras ropas y actuando con ferocidad.

Abrí los ojos lentamente y lo vi alejarse, nuestras manos se entrelazaron y me sentí más tranquila. Pero sin lugar a dudas sus palabras fueron las que me volvieron en alma al cuerpo y me hicieron sonreír, tenía razón no debía ‘sentirlo’ pero no quería arruinar las cosas entre los dos.

- Obvio que te disculpo – dije mientras me giré para quedar de costado frente a él. Una gran sonrisa se dibujó en mis labios y lo quedé mirando por una fracción no menor de tiempo, era realmente muy guapo. Eran pocas las veces en que notaba aquello ya que él como persona era lo que me gustaba tanto, su personalidad y manera de ser, obviamente que su físico pero era algo de segundo plano.

- Ya no queda mucho – dije mientras elevaba la vista para mirar al cielo, comenzaba a sentir como unas suaves olas de animalismo llegaban a mi cuerpo por lo que apreté con fuerza la mano que estaba entrelazada con la suya. No quería que esto pasase, aun quedaban algunos minutos en fase humana pero no sería lo mismo. – No quiero … - musité suavemente como un suspiro de mi voz.